La inseguridad es parte de la misma corrupción y podredumbre de Guatemala, que no terminará, la violencia es recurso del incompetente.
La inseguridad se desata en Guatemala y esa es la cruda realidad. No se puede salvar uno de este mal, que solo con caminar en la calle aún hay que voltear porque ya no puede confiar en desconocidos, podemos decir que como guatemaltecos estamos sumamente afectados por este relajo que a diario nos afecta a todos sin discriminación. Es cierto que cuantificar las muertes, robos, asaltos, según los fríos números estadísticos no es una medida, la prevención sí lo es. El primer elemento a tener en cuenta es la impunidad. El mismo nepotismo con que se mueven los delincuentes comunes escondidos detrás de las máscaras de hinchas de futbol o encapuchados asaltando, como podrían ser los huelgueros o mareros, la violencia que se practica a plena luz del día y que nos afecta.
Experimentamos esta inseguridad en el futbol, en la esquina del vecindario, las calles y en cualquier momento somos vulnerables a esta violencia democrática, porque si lo asaltan mejor pídale ayuda a "Dios", o al "Chapulín Colorado" que lo salve. Estos delincuentes comunes no son genios del delito, porque siguen siendo impunes. Si matan a alguien seguramente "les pela", porque su "éxito" en propender esta impunidad no es por su ingenio, es porque no respetan la ley ni la autoridad. Mucho se habla de la importancia de hacer cumplir el Estado de Derecho, pero ni el MP, ente investigador, presenta pruebas, es claro que incurren en más delitos contaminando las escenas del crimen. Otro ejemplo es la Policía, que debe ser conducida dentro de lo que marca la ley, debe ser orden y es más la represión, por lo que ya tiene fama de no ser una entidad que dé seguridad. Carecemos de soluciones porque el Estado no nos garantiza seguir vivos. Estamos pagando la factura de gobiernos inútiles que han fortalecido la violencia que ha matado a muchas personas inocentes, solo porque con el poder de la violencia pueden hacer lo que se les venga en gana.



