lunes, 27 de enero de 2025

La vida en un país,que todo sube pero NO avanza

¡Totalmente quisiera entender la frustración y el agotamiento que siento vivir en una situación como la que describo con palabras que al final se las lleva el viento! La verdad es que, en muchos casos, todo sube, y las soluciones parecen ser cada vez más escasas. En Guatemala, como en muchos otros países de América Latina, la gente se enfrenta a un desgaste diario por la subida de precios, la falta de oportunidades y, lo peor de todo, la sensación de que el gobierno y las autoridades no están dando respuestas efectivas. Les contare algo que me pasó hace poco, que me hizo pensar en lo absurdo de la vida cotidiana. Un amigo me contó que, mientras caminaba por la calle, se encontró con un vendedor de jugos en la esquina, que le ofreció un vaso "grande" por el mismo precio de antes. ¿Cuál fue la sorpresa? Que el vaso "grande" ahora era casi la mitad de lo que era antes, y el jugo… bueno, con suerte le daban un chorrito. Así que ahora ya ni los jugos son lo que eran. Y no es que la gente no vea lo que está pasando, es que, muchas veces, parece que todos estamos demasiado atrapados en la rutina diaria como para hacer algo al respecto. Respecto a mi situacion laboral, es muy difícil el estar desempleado, especialmente siendo bilingüe, que debería abrir más puertas. Es como si tu habilidad fuera un diamante, pero no hubiera mercado para ello. En ese sentido, muchos nos sentimos como si tuviéramos un lingote de oro en las manos, pero las tiendas se han cerrado o simplemente no hay compradores. Sin embargo, hay que seguir buscando; aunque a veces da la sensación de que las oportunidades se esconden más que las llaves de la casa cuando las necesitas. Lo que siempre menciono en caso de la sobrepoblación y la infraestructura deteriorada es otra gran verdad. Las calles parecen ser las mismas desde hace décadas, pero cada vez más carros, motos y personas estamos colapsando el país. Y las carreteras ya no tienen ni espacio para que los baches se expresen con libertad. ¿Nos Van a Cobrar el Oxígeno? Ahora, lo del oxígeno, jaja, es como un chiste negro que refleja lo mal que estamos. ¡Pronto nos cobrarán por respirar! Es que parece que todo está en aumento, menos las oportunidades y la calidad de vida. A veces, uno se pregunta si lo que estamos viviendo es una pesadilla que nunca acaba o si estamos realmente en un capítulo de una comedia del absurdo. A pesar de todo esto, me recomiendo siempre enfrente de un espejo, no perder la esperanza, aunque parezca que la situación no va a mejorar. Y si necesito un respiro o un poco de ánimo, tal vez vere los pequeños detalles que ofrece la vida que valen la pena en medio de tanto caos: como cuando logras sacar una sonrisa a alguien en la calle o cuando, a pesar de todo, logras hacer que el carro quede más brillante después de la lavada. ¡Eso sí que es un pequeño triunfo! Es cierto que las cosas están más difíciles, pero no hay que olvidar que, aunque parezca que estamos a punto de llegar a un límite, siempre hay alguna forma de encontrarle un lado positivo o incluso de tomar las cosas con un poco de humor, aunque sea para no perder la cordura. P.D Agradezco lo que tengo y lo que vendra.

miércoles, 22 de enero de 2025

Guatemala en crisis: inseguridad, desempleo y una nación en deterioro

El 21 de enero de 2025, Ingrid Mórente, miembro del Ejército de Guatemala, fue atacada brutalmente por sicarios en el kilómetro 13 de la Calzada Roosevelt, una de las arterias principales de la capital. Pese a los esfuerzos médicos, la joven falleció esa misma noche, dejando tras de sí un país que se enfrenta a una creciente crisis de inseguridad, desempleo y desconfianza en las autoridades. Este ataque es solo uno más en una larga lista de hechos violentos que azotan a Guatemala, un país que, a pesar de su belleza natural, sus majestuosos volcanes y paisajes impresionantes, vive sumido en un clima de inseguridad constante. La violencia, atribuida en gran parte a bandas criminales y sicarios, se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los ciudadanos, que ya no sienten la protección de su propio gobierno. Lo más alarmante es la sensación de impotencia que reina en la población. Los guatemaltecos se sienten abandonados por un gobierno que, lejos de implementar políticas eficaces para combatir la criminalidad, parece estar más preocupado por mantener un discurso vacío y tibio. Las autoridades, lejos de responder de manera contundente, parecen ser cómplices de un sistema que favorece a los criminales y deja desprotegidos a los ciudadanos de a pie. El aumento de la inseguridad ha tenido efectos devastadores en otros sectores del país. El desempleo es otro de los grandes males que aquejan a la nación. La falta de oportunidades laborales, sumada a la creciente dificultad para acceder a recursos básicos, ha llevado a muchos guatemaltecos a la desesperación. Los jóvenes, la mayoría de ellos sin perspectivas de empleo, se ven forzados a optar por caminos oscuros, algunos incluso involucrándose en actividades delictivas. A esta situación se le suma la crisis económica, que se refleja en el alza de los precios de los productos de la canasta básica. El costo de alimentos, como el mango que ahora cuesta dos por 20 quetzales, es solo un ejemplo de cómo la vida diaria se ha vuelto cada vez más difícil para las familias guatemaltecas. Esta inflación, junto con la falta de empleo, está llevando a muchos a una lucha constante por sobrevivir. En términos de infraestructura, la situación es igualmente preocupante. Las carreteras, en mal estado y sin mantenimiento adecuado, dificultan la movilidad de los ciudadanos, lo que no solo afecta el tráfico, sino también la seguridad vial. Con cada día que pasa, los guatemaltecos ven cómo su país se deteriora, sin señales claras de solución. En medio de esta crisis, la pregunta que se hacen muchos es: ¿qué nos queda? Un país con inmensas riquezas naturales, pero con una población que lucha cada vez más por acceder a lo básico. La respuesta parece estar lejos de ser encontrada, mientras los ciudadanos siguen clamando por un cambio real, por un gobierno que actúe con firmeza y que priorice la seguridad y el bienestar de la gente. La incertidumbre, lamentablemente, parece ser el único futuro tangible para quienes viven en esta nación tan golpeada.

viernes, 17 de enero de 2025

¡Adiós, 2024! Hola, 2025

Que venga con todo (menos con problemas). No cabe duda, el 2024 nos puso a prueba como nunca: cada quien con su propia novela de retos, obstáculos y aprendizajes. Pero, ¿saben qué? ¡Aquí seguimos, de pie y con ganas de más! Eso sí, con las rodillas un poquito rechinando, pero nada que un cafecito y buen humor no arreglen. Este año me tocó reflexionar mucho y agradecer a esas personas especiales que ya no están físicamente conmigo (mis padres, hermanos, familia, amigos), pero que siguen alumbrando mi camino desde donde estén. Su amor y su esencia son parte de mi fuerza, y cada recuerdo que tengo de ellos es un tesoro que llevo conmigo. Le agradezco a Dios por darme la fuerza para enfrentar esos días donde parecía que no amanecía. Gracias también por los 365 amaneceres que disfruté, las lunas que me recordaron que incluso en la oscuridad hay belleza, y por esos momentos en que sentí la cercanía de mis ángeles. También quiero agradecer por las personas que se quedaron a mi lado este año y, sí, incluso por las que decidieron tomar otro camino. Al final, cada quien enfrenta sus propias batallas, y lo importante es saber quién te da paz y quién no. Este 2024 fue como un licuado: algo dulce, algo amargo y con sus grumos, pero al final lo disfruté. Hubo días de tormentas que parecían telenovela, y otros con soles que acariciaron mi cara y me recordaron lo hermosa que es la vida. Ahora toca recibir al 2025 con los brazos abiertos y, ¡ojo!, este año será muy especial porque cumplo 50 años. ¡CINCUENTA! ¿Pueden creerlo? Ni yo, pero aquí estamos, listos para darle a esta nueva etapa. Porque si algo he aprendido es que hay que disfrutar mientras estamos aquí. Así que: 1. A reír más. 2. A abrazar a quienes amamos sin excusas. 3. A buscar aventuras y menos dramas. Espero que este 2025 venga lleno de vida, salud, prosperidad, trabajo y amor para todos. Que dejemos fuera el odio, los rencores y la envidia, porque si algo aprendí es que eso solo arruga la cara, y yo a los 50 quiero verme radiante. Así que, amigos, ¡a seguir adelante! A disfrutar de los que tenemos cerca, a reír, a amar y a vivir como si cada día fuera el último. Porque, al final, la vida es como una fiesta: dura un rato, pero depende de nosotros que sea inolvidable. ¡Bienvenido, 2025! Aquí vamos con todo y con muchas ganas de ser felices. Un abrazo fuerte… y nos vemos en la próxima aventura. ¡Salud por los 50!

martes, 7 de enero de 2025

Un Aumento Salarial que sólo engorda al "Estado Godzilla"

El reciente debate sobre aumentar el salario que ya es una realidad se basa en reflejar y convertir a un país simplemente superficial y realmente tenemos problemas más profundos que solucionar. A primera vista, incrementar los ingresos de los trabajadores parece un paso positivo. Sin embargo, en la práctica, esta medida no solo resulta ineficaz, sino que agrava las dificultades económicas y sociales. Deberiamos de hacer muchas cosas más como aumentar el salario minimo como disminuir las horas trabajadas pero eso nunca va ocurrir. Cuando se sube el sueldo base sin una estrategia económica integral, el efecto inmediato es el aumento generalizado de precios. Los productos y servicios se encarecen porque los costos de producción también suben. En otras palabras, lo que podría parecer un beneficio para los trabajadores termina siendo un círculo vicioso que reduce su poder adquisitivo. Además, vivimos bajo un "Estado Godzilla": un aparato gubernamental gigantesco, costoso e ineficiente. Las instituciones públicas están plagadas de líderes incompetentes que administran recursos sin dirección clara ni objetivos reales. En lugar de generar soluciones, estas instituciones perpetúan un sistema donde los ciudadanos pagan por servicios deficientes, desde la infraestructura hasta la seguridad. Por otro lado, el caos en el tráfico urbano es un reflejo de la desorganización general. El aumento en la cantidad de autos y motocicletas, sumado a la falta de planeación vial y normas claras, hace que salir a la calle sea una pesadilla. La indiferencia de los conductores y la falta de respeto por las reglas de tránsito agravan el problema, mostrando un comportamiento que parece replicar la falta de orden en otras áreas de la sociedad. Nuestra población, además, sufre de una memoria frágil y una actitud indiferente. A menudo aceptamos las mismas promesas vacías y toleramos los mismos errores, olvidando las lecciones del pasado. Es irónico que en un mundo con Inteligencia Artificial que muestra mayor empatía y lógica que muchos humanos, estemos atrapados en un ciclo de apatía y conformismo. El desempleo sigue siendo una sombra que amenaza a miles de personas, mientras que otros recurren al sector informal, donde aparentemente "está el negocio". Este fenómeno refleja un sistema roto donde las oportunidades formales son escasas y las reglas del juego económico parecen diseñadas para desincentivar el progreso legítimo. Y como si fuera poco, en este país se habla más de lo que se actúa, con debates inútiles y promesas vacías que nunca se concretan. Día a día caminamos hacia el fracaso como sociedad. La única opción viable parece ser buscar un país donde sí se valore el bien común, donde pagar impuestos no sea un castigo sino una inversión, y donde las personas puedan prosperar con dignidad. Es momento de reflexionar, no solo sobre lo que queremos cambiar, sino también sobre las acciones necesarias para transformar la realidad.

lunes, 6 de enero de 2025

Finding My Place: The Struggle of Fitting In

Living in a country where drugs, corruption, and hypocrisy seem to be prevalent has taken a toll on my sense of belonging. As someone who values honesty, hard work, and mutual respect, I find it increasingly difficult to align myself with an environment where these virtues often feel overshadowed by negativity. The daily challenges extend beyond systemic issues. Even simple acts like navigating through traffic become sources of frustration. Drivers often disregard rules, creating chaos and hostility on the streets, reflecting a broader culture of disregard for others. I am a bilingual individual who takes pride in being responsible and committed. Yet, despite these strengths, finding meaningful work in this environment has been challenging. Being jobless in such circumstances adds another layer of difficulty, as opportunities feel limited in a place where connections often outweigh merit. While I recognize that no place is perfect, it’s disheartening to feel like I don’t belong or that my efforts don’t align with the surrounding culture. My hope is to find a space, whether here or elsewhere, that values integrity, community, and growth—qualities that truly add value to life.

Buscando Mi Lugar: La Dificultad de Encajar

Vivir en un país donde los problemas como las drogas, la corrupción y la hipocresía están tan presentes ha afectado profundamente mi sensación de pertenencia. Como alguien que valora la honestidad, el trabajo duro y el respeto mutuo, encuentro cada vez más complicado alinear mis valores con un entorno donde estas virtudes parecen quedar relegadas por actitudes negativas. Los desafíos diarios van más allá de los problemas sistémicos. Incluso tareas simples como salir a la calle se convierten en fuentes de frustración. El tráfico es caótico, y muchos conductores ignoran las reglas, generando hostilidad y reflejando una falta de consideración general hacia los demás. Soy una persona bilingüe, responsable y comprometida con lo que hago. Sin embargo, a pesar de estas fortalezas, encontrar un trabajo significativo en este entorno ha sido muy difícil. Estar desempleado en estas circunstancias añade otra capa de complejidad, ya que las oportunidades parecen escasas en un lugar donde las conexiones pesan más que el mérito. Aunque sé que ningún lugar es perfecto, es desalentador sentir que no encajo o que mis esfuerzos no se alinean con la cultura que me rodea. Mi esperanza es encontrar un espacio, ya sea aquí o en otro lugar, donde se valoren la integridad, la comunidad y el crecimiento—cualidades que realmente le dan valor a la vida.

Spoiler: No Estamos Preparados para Esto

Cuando alguien lanza una frase que revuelve hasta al chapin creyendo que algun dia llegaruemos a un Mundial, lo primero que hace es abrir un...