Alcohol, como afrodisiaco, no creo…

Muchos jóvenes en Quetzaltenango han usado el alcohol como recurso para vencer la timidez a la hora de hablar y conquistar el sexo opuesto. De hecho, esas primeras citas siempre van acompañadas de una botella de ron, de vino , o en algunos casos con un tequila. A nadie se le ocurre planificar ese primer encuentro en un desayuno o durante un cafecito. Aceptémoslo, los estándares sociales giran alrededor del alcohol para todo tipo de celebraciones: cumpleaños, matrimonios, ascensos, graduaciones y nuevos trabajos. Para muchos en Xela cualquier excusa es perfecta para llegar a un bar, y probar tu suerte.

Pero el alcohol no sólo es considerado el alma de la fiesta, también es considerado como un afrodisiaco desde épocas antiguas. Si nos ubicamos en el año 405 BC, podemos citar a Eurípides uno de los tres grandes poetas trágicos griegos de la antigüedad y decía: “Si el vino se acaba, será el final del Amor, el final de todo placer en la vida de los hombres’. Shakespeare afirmada que aunque el alcohol “provoca el deseo”, pero no olvidemos que también acaba con el desempeño. Hoy en día aún se cree que el alcohol induce al placer.
El problema con ingerir mucho alcohol es que según investigadores sospechan que el alcohol adormece el sistema nervioso periférico, y que esto interfiere con el deseo sexual debido a que la erección del hombre empieza a decaer después de 2 o 3 tragos mientras que las mujeres no se quedan atrás después de 1 o 2 tragos el volumen de flujo de sangre decrece y los órganos se vuelven lentos. A esto los investigadores agregan “La Teoría de la Desinhibición” que sugiere que el alcohol mitiga las funciones cerebrales avanzadas, incluyendo las que controlan el impulso y la inhibición. Esto probablemente no sorprende a la mayoría de los alegres bebedores; pequeñas cantidades de alcohol inhiben los mensajes cerebrales que normalmente manipulan tus deseos sexuales y relajan tus inhibiciones. Es decir, en pocas palabras, suprimen la timidez. En largas cantidades, sin embargo, el alcohol suprime el sistema nervioso central, para el hombre hasta el punto en que la erección y la eyaculación para el hombre se vuelven cada vez más difíciles…