Nos encanta quejarnos creo que se ha convertido en el
pasatiempo número de nuestra generación. Nos lamentamos por las cosas que van
mal en nuestras vidas mientras podemos aceptar la situación y aprender de ella.
Volvemos a quejarnos cuando estamos con amistades, familiares y conocidos y
¿Cuál es el propósito de quejarnos? ¿Por qué hace tanto calor? ¿Por que tenemos
a inútiles que nos gobiernan? ¿Por que
mi novia es tan terca? En realidad, nadie le importa tus quejas, puede llegar a
parecer como escuchar un disco rayado. No estoy escribiendo esto para
desahogarme. Para ser muy honesto no me importa si se quejan, a nadie realmente
le importa. Todos estamos demasiado ocupados con nuestras propias vidas y propios problemas, obviamente, todos pueden
vivir su vida como quieran. Es curioso
lo que estoy escribiendo y me doy
cuenta de lo mucho que me quejo y lo poco que valoramos las cosas buenas que
tenemos. No quiero ser hipócrita, y tampoco quiero decir que no me gusta
quejarme, porque yo también lo hago. Todos lo hemos hecho, parece ser parte de nuestra naturaleza.
Quejarse es centrarse en lo negativo, una queja es un mensaje que el cerebro
nos envía para avisarnos que algo no esta funcionando bien y que debería impulsarnos
a actuar, pero no lo hacemos por huevones y nos quejamos mas, buscamos lástima,
porque estamos demasiado atrapados en el problema y no nos damos cuenta de lo
ridículamente estúpido que estamos actuando. La felicidad no es un estado de
ánimo, es una decisión que se toma día a día, no depende de nadie más que de ti
mismo. Tenemos un techo, alimento, agua potable, ropa, familia, amigos,
mascotas, trabajo, las piernas, los brazos, los ojos. Estamos sanos y, lo más
importante, es que estamos vivos. ¿Qué es lo que nos pasa? Hay personas que se
mueren de hambre, personas que han perdido la totalidad de sus seres queridos,
perdido todo y todavía se las arreglan para encontrar la felicidad. Somos muy
afortunados porque tenemos la capacidad de cambiar casi cualquier cosa y algo que es clave hacer funcionar
positivamente nuestra mente sin embargo, no lo hacemos.
Mi línea de opinión es liberal y abierta, comprometida con expresar ideas con honradez y convicción. He colaborado en espacios como Revista Crónica, El Quetzalteco, Siglo XXI y La Voz de Xela. Actualmente escribo de forma independiente, con total libertad, lejos de tartamudos mentales o aduladores de turno. Me dirijo a quienes realmente valoran la lectura honesta, directa y sin filtros.
viernes, 20 de septiembre de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Spoiler: No Estamos Preparados para Esto
Cuando alguien lanza una frase que revuelve hasta al chapin creyendo que algun dia llegaruemos a un Mundial, lo primero que hace es abrir un...
-
En un mundo donde la inteligencia artificial avanza a pasos agigantados, la inteligencia natural parece estar en franco retroceso. Tres obra...
-
Un país ridículo, tan ridículo que termina siendo hipócrita. Así se resume el sentir de muchos tras el paso de la Semana Santa. ¿De qué nos...
-
En Guatemala, la justicia parece ser un espejismo. Mientras otros países tienen sistemas de investigación que, aunque imperfectos, al menos...

No hay comentarios:
Publicar un comentario