Una guía para no ser tan mula

Incluso las personas más inteligentes pueden ser bien tontas sino veamos todas las declaraciones de nuestros gobernantes o las recientes del “Chucho triste”. Ya es una realidad que en Guatemala los funcionarios quieren destruir el país robándose todo. Hay demasiada gente atractiva, hermosa, con ropa de marca, pero al final muy poca gente interesante. Si alguna vez dudas de la idea de que los muy inteligentes también pueden ser muy tontos, recuerda la vez que el hombre más inteligente de Estados Unidos intentó electrocutar a un pavo. Benjamín Franklin había estado intentando capturar el “fuego eléctrico” en frascos de vidrio como una batería primitiva. Habiendo tenido éxito, pensó que sería impresionante usar la descarga para matar y asar su cena. Pronto se convirtió en un truco habitual en las fiestas, ya que cautivó a los invitados con su habilidad mágica para comandar esta extraña fuerza. Sin embargo, durante una de estas demostraciones, Franklin se distrajo y cometió un error elemental: tocó uno de los frascos vivos mientras sostenía una cadena de metal en la otra mano. Entonces ya se imaginan, un golpe universal en todo el cuerpo, desde la cabeza hasta los pies. Claramente, la inteligencia no significa que seas más racional o sensato, un hecho que hemos explorado a pesar de su asombrosa habilidad, los mismos doctores pueden causar pérdidas innecesarias de vidas por puro descuido, algo tan simple como olvidar lavarse las manos o ponerse un vendaje limpio. En los negocios, el pensamiento miope puede implicar tomar atajos que eventualmente conduzcan a la caída de una empresa. Nos urge a todos una nueva forma de pensar, pero al final el problema, es que nuestro sistema educativo no está diseñado para enseñarnos a pensar de una manera que sea útil para el resto de la vida. Las pruebas que utilizamos son predictores muy modestos de cualquier cosa aparte de las calificaciones escolares. Vemos a personas que obtienen muy buenas calificaciones y luego son pésimos en liderazgo. Otras personas ganan elecciones y son completos mediocres, por ejemplo el alcalde de Xela Fernando López. Son buenos técnicos sin sentido común, sin ética, pero muy buenos para el altruismo. Llegan a ser presidentes o vicepresidentes de corporaciones, países y sociedades y son tremendamente incompetentes. ¿Qué se puede hacer? Para empezar todo es pisto, hacer una campaña hacia un nuevo tipo de educación que enseñe a las personas a pensar de manera más efectiva, junto con tareas académicas más tradicionales. Sus ideas podrían ayudarnos a todos – cualquiera que sea nuestra inteligencia – a ser un poco menos estúpidos. Cuando era niño en la escuela kínder (Alpha day school) en Estados Unidos, reprobé kínder tres veces, en conclusión, no logré impresionar académicamente, además que me tocó aprender el idioma inglés. Todos mis profesores pensaban que era estúpido, y yo pensaba que era más estúpido aún. Podría haber fracasado en la escuela si no hubiera encontrado más tarde un mentor, que me enseñara que el pensamiento inteligente implicaba más que problemas abstractos y me animó a entrenar mi mente de manera más amplia. Tenemos que dejar claro que la inteligencia no es una puntuación en una prueba de coeficiente intelectual, es la capacidad de determinar lo que quieres en la vida y encontrar maneras de lograrlo, incluso si eso implica cierta dolorosa conciencia y sobrevivencia de tus propias locuras. Aunque el país no ayuda, discute contigo mismo y no te limites, todos sufrimos de prejuicios subconscientes. Un hombre nunca debería avergonzarse de reconocer que se ha equivocado, lo cual no es más que decir, en otras palabras, que hoy es más sabio que ayer, pero si la vida es dura, es aún más dura cuando eres estúpido, así que no seas mula. PD: "To learn a language is to have one more window from which to look at the world". Proverbio chino