viernes, 4 de julio de 2025

Gritamos más los goles que la corrupción (y sí, sobrevivimos... pero con cara de meme triste)

En Guatemala, se grita más un gol que un acto de corrupción. Lo comprobé la semana pasada cuando la selección nacional, esa misma que ha sido víctima de más rechazos que una cita de Tinder mal editada, metió un gol al minuto 87. Hubo pirotecnia, gente abrazándose como si hubiera nacido el hijo pródigo, y uno que otro llorando con la camiseta puesta y el corazón lleno de ilusión... ilusos. Mientras tanto, el mismo día, 200 empleados fuimos despedidos por la empresa donde trabajábamos. ¿Hubo lágrimas? Sí. ¿Abrazos? Algunos, entre los que todavía creían que iban a recibir su finiquito completo. ¿Marchas? No. ¿Noticias en prime time? Tampoco. Porque en este país, perder el empleo es casi como quitarle una cáscara a un banano: parte del desayuno. Y claro, cuando te quedás sin trabajo, lo primero que escuchás es: “¿Y por qué no entrás a un call center?” Como si eso fuera la solución mágica al desempleo. Señores: ¡los call centers ya no son lo que eran hace 20 años! Hoy, hablar inglés es un lujo que no alcanza ni para pagar Netflix compartido. Te explotan, te pagan con lo justo, y encima quieren que sonrías como recepcionista de clínica dental. ¿Y tu familia? En lugar de apoyo, muchos solo aportan envidia disfrazada de consejos. “Si hubieras estudiado otra cosa…” “Con ese carácter quién te va a contratar…” Y uno solo respira hondo, se traga el orgullo y sigue, porque en Guatemala, más que vivir, uno sobrevive con sonrisa de catálogo y paciencia de santo en procesión. Eso sí, hay que tener cuidado: hay narcos en cada esquina, y eso ya es más normal que ver mototaxis sin placas. A algunos los mantiene el polvo blanco, a otros la pobreza digna, y al resto… el pisto ajeno. Y mientras tanto, las chamuscas siguen. ¡Cómo nos gusta una buena patada en la espinilla mientras gritamos por una selección que nunca va a un Mundial, pero sí a todos los bolos de la zona! Los únicos beneficiados: los dueños del canal y la empresa de cerveza nacional. Salud. Y ni hablar de las siglas que parecen sopa de letras: LGT…Q…+, que al final ni elles saben qué quieren o dónde van. Yo solo sé que quiero una mujer con ovarios, cabeza y autoestima, no alguien que se vista según el algoritmo de TikTok. Pero aquí estamos. Navegando con bandera de pendejo, riéndonos de nuestros problemas porque llorar no deja propina. Vivir en Guatemala no es un privilegio; es una prueba de resistencia emocional. Y aun así, aquí seguimos: con el alma desgastada, el hígado entrenado y una sonrisa hipócrita para sobrevivir al próximo día. Postdata: Si algún día el desempleo se transmitiera por televisión, seguro tendría menos rating que un debate político. Pero mientras tanto, a seguir fingiendo que estamos bien… y esperando que algún día nos toque gritar algo más que un gol.

No hay comentarios:

Spoiler: No Estamos Preparados para Esto

Cuando alguien lanza una frase que revuelve hasta al chapin creyendo que algun dia llegaruemos a un Mundial, lo primero que hace es abrir un...