Perfectamente imperfectos

Que viva la primavera de los corruptos, en estos momentos estamos viviendo tiempos difíciles (como siempre), hay muchísimos casos en los que los "tiempos difíciles" justifican el inmovilismo o la involución política. Pocos críticos, tertulianos, columnistas, políticos e intelectuales se resisten a pronunciar frases del tipo “vivimos tiempos difíciles” como preámbulo de una reflexión. Muchos estamos indignados que el “chucho triste” ya se convirtió en el cochito feliz, debido a los gastos solamente en comida, fiestas, eventos, que al final fueron comprados por los sinvergüenzas del pasado. Cada año mal gastan el dinero de los impuestos de todos nosotros, como que, si no tuviéramos carreteras que arreglar, salud que atender y muchas cosas por resolver. Lo cierto es que estos burros políticos pueden fingir ser caballos, pero tarde o temprano rebuzna. En resumen, cada uno demuestra quién es, las apariencias no son sostenibles. Nos estamos transformando en “Sodoma y Gomorra” entre hombres vestidos de mujeres, acosando a menores, personajes generadores de odio, desfiles burlándose del honrado, una religión hipócrita y ahora después de las inundaciones, actos de corrupción, después de la destrucción del país poco a poco, los gases tóxicos, los incendios y contaminación también terminaron con esa antigua cuidad en la península central del Mar Muerto. Pero al final a los poderosos les interesa hacer como que no se dan cuenta de que tiempos todavía más difíciles llegarán, precisamente, si nos dejamos conquistar por el miedo y toleramos la involución en nuestros derechos y libertades. Y como la vida siempre abre paso, hoy es necesario ingresar al arte de cambiar de tema (y aún atraer la atención). Mézclese parejas, relaciones amorosas, patria y fútbol y por favor agitar muy bien. Con este cóctel explosivo vamos a beberlo poco a poco y con hielo. Estamos hasta el tope de tantas situaciones negativas que pasan en nuestro país, que se sale de nuestras manos y que nos hace olvidar o dejar a un lado cosas muy importantes como nuestras relaciones. Una de las mayores quejas que escuchaba en la sala de consejería de mis compañeros psicólogos y de muchos otros libros que se relacionaba con parejas que no se sentían cercanas o relacionadas, que habían perdido el contacto entre ellos. ¿Cuándo fue la última vez que besaste, realmente besaste, a tu pareja? Incluso un breve beso puede hacer maravillas por la salud de su relación, según John y Julie Gottman, dos terapeutas e investigadores que han estudiado las relaciones durante cuatro décadas y que también son una pareja, son mejor conocidos por el método de terapia que crearon en base a su investigación, llamado El Método Gottman. Como parte de su enfoque basado en acciones, los Gottman ofrecen ejercicios de un minuto para mejorar las relaciones para demostrar que los esfuerzos pequeños pero constantes pueden marcar una gran diferencia en la salud de una relación. A veces esto sucede debido a problemas y diferencias importantes entre ellos que los han distanciado. Otras veces la distancia emocional se ha creado en gran medida por la falta de tiempo dedicado a la relación. Es fácil dejarse llevar por la avalancha de responsabilidades y cosas que manejamos en la vida. Seamos realistas, la lista nunca termina de cosas que hacer, lugares a donde ir, gente que ver. Sabemos por la investigación del Dr. Gottman que las parejas que se sienten cercanas de alguna manera han logrado utilizar las mismas 24 horas del día que todos tenemos y dedicar parte de ese tiempo a la relación con frecuencia. Cuando se desvían, dan un giro de “autocorrección” en la relación y logran encontrar algo de tiempo el uno para el otro. Un ritual maravilloso y sencillo que muchas parejas han incorporado a sus vidas es el beso de seis segundos. En lugar del beso en la mejilla cuando se saludan o se dan las buenas noches, pruebe con un beso que dure seis segundos. Esta es una buena manera de ser consciente y estar presente ante su pareja. Es una forma de comunicar cariño y atención y realmente puede ayudarte a sentirte más conectado con tu pareja. Si no te sientes preparado para un beso, modifícalo; quizás podrías optar por el abrazo de seis segundos. Veamos: seis segundos, dos veces al día, multiplicado por siete días = 84 segundos/semana. Esta podría ser una consideración oportuna para su relación. Su duración no es casual. Seis segundos es lo que tarda el cerebro en mandar la señal que libera oxitocina, la hormona del amor, y dopamina y serotonina –neurotransmisores relacionados con la felicidad–. Estos besos, indica el psicólogo Gottman, motivan una conexión más especial y ayudan a profundizar en la relación. Así que la próxima vez que le des un beso a tu pareja, piénsalo dos veces: ¡seis segundos para ser exactos! P.D. Yo les recomiendo también dedicar unas breves palabras de afirmación (por ejemplo: el mundo es más hermoso contigo). La felicidad y sonrisas que se siente al volver a verse en caso de un reencuentro o un “te amo” para una despedida.